Co-Living: Una tendencia en crecimiento
- On October 31, 2018
La tendencia de Co-Living ha florecido entre los Millennials y los mayores de 65 años en el espacio residencial. Es una forma de vivienda donde los residentes comparten espacio vital y un conjunto de intereses y valores. La tendencia proviene de los centros hiperurbanos que han adoptado la economía colaborativa como una opción de estilo de vida.
En su forma más básica, el Co-Living hace que las personas compartan espacios e instalaciones para ahorrar dinero y proporcionar condiciones de vida más cómodas y aceptables. Se originó a partir de la premisa de las viviendas para estudiantes, impulsada por el aumento del costo de los bienes raíces en los centros urbanos.
Las comunidades Co-Living suelen proporcionar alojamiento a corto plazo y albergar diversos eventos para sus habitantes. Pueden incluir estudiantes, empresarios, artistas o incluso Baby Boomers, que se encuentren libres de hipotecas, sin responsabilidades familiares y capaces de vivir en espacios más pequeños.
El fenómeno de la economía colaborativa ya ha dejado su huella en áreas como automóviles, ropa y plataformas peer to peer, por lo que no es sorpresa que los bienes raíces se hayan convertido en el próximo foco de disrupción.
Los mercados progresivos con startups y alquileres altos se encuentran entre los lugares más fértiles para el Co-Living. Esto incluye centros urbanos asiáticos como Hong Kong y Singapur, donde los precios de los bienes raíces se encuentran entre los más altos del mundo.
En la región latina también está comenzando está tendencia, en Argentina ya existen opciones de Co-Living para jóvenes como lo es Casa Campus, un concepto de viviendas colaborativas o compartidas que vende un estilo de vida flexible que les permite a sus habitantes sentirse parte de una comunidad. Pronto estarán expandiéndose a México, Brasil y otras ciudades de Latinoamérica.
Existe un potencial creciente para la convivencia entre las personas mayores, ya que ofrece la interacción social, la sostenibilidad ambiental y el diseño accesible para este grupo demográfico. El desafío en la adopción generalizada para este target es la percepción de alojamiento compartido, ya que muchas personas mayores prefieren mantener su independencia.
En este punto España ya está incursionando, existen 30 centros de senior cohousing, aunque sólo diez en funcionamiento, según el proyecto Movicoma, el primer proyecto de investigación que estudia el auge, desarrollo e impacto del movimiento de vivienda colaborativa de personas mayores en España, de la Universidad Oberta de Cataluña.
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