América Latina toma acciones ante el problema de las pajillas o popotes de plástico
- On September 29, 2018
Las pajillas rara vez se reciclan y pueden tardar más de 100 años en degradarse en el agua, y cuando lo hacen, liberan potentes gases de efecto invernadero en el proceso. Cada año, hasta 13 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos y afectan la biodiversidad marina y la salud humana, es por eso que varios países, junto con cientos de empresas, se están alejando de los plásticos de un solo uso, incluidos los popotes.
Por el momento, Antigua y Barbuda es el único país de América Latina y el Caribe con una prohibición nacional de plásticos de un solo uso, incluidas las pajillas. Belice aprobó una medida similar que entrará en vigor en 2019 y Costa Rica se ha comprometido a convertirse en libre de plásticos de un solo uso para 2021.
Algunos países de la región han optado por dar su primer paso contra la pajilla de plástico al generar conciencia sobre cuán innecesarios son y al subrayar la relevancia del poder del consumidor. Los gobiernos de Chile, México y Perú están utilizando las redes sociales para desalentar el uso de este artículo de plástico, estos dos últimos están incluso trabajando reformas legales sobre el asunto.
El 19 de junio de 2018, Río de Janeiro se convirtió en la primera ciudad de Brasil en declarar la guerra a las pajillas. Una nueva ley incluye multas de hasta 6.000 reales (US$ 1.600) y una línea directa para recibir informes de los ciudadanos sobre establecimientos que no están cumpliendo.
En Argentina, la ciudad que lidera el movimiento es Pinamar: “Fuimos pioneros hace cinco años, prohibiendo la venta de bolsas de plástico, y ahora somos pioneros con esta regla que prohíbe pajillas y vasos de plástico.” Dice Alejandra Apolonio, concejala de este municipio turístico al sur de Buenos Aires.
Las iniciativas no solo provienen del sector público, varias organizaciones no gubernamentales han lanzado campañas de sensibilización en todo el continente y las marcas han empezado a involucrarse, como Starbucks y McDonald’s, que se han comprometido a dejar de distribuir pajillas de plástico, o la Corporación Pascual en México que anunció planes para eliminar las pajillas de plástico unidas a sus empaques de 500ml y reemplazarlos con boquillas para 2019.
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