¿El Bitcoin podría funcionar como moneda en América Latina?

Desde que se volvieron temas de dominio público, el Bitcoin y su tecnología Blockchain han prometido revolucionar todo, desde el comercio hasta las votaciones. Mientras que el blockchain parece estar cumpliendo su promesa, muchos se preguntan si el Bitcoin alguna vez logrará actuar como una moneda viable en lugar de solo una reserva de valor o un activo especulativo.

Si bien al Bitcoin se le puede atribuir la creación de una nueva industria de la criptomoneda, en 2018 parece que todavía falta para comprar helados o pagar el parqueo con Bitcoins, o cualquier otra criptomoneda. Si el Bitcoin se convierte en un medio viable de intercambio, América Latina parece ser el primer punto de entrada de la moneda en su viaje hacia la ubicuidad.

Por ejemplo, cuando alguien llega al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Caracas, se encuentra con un tipo de cambio oficial que figura arriba de los quioscos de cambio de moneda, y podría verse tentado a cambiar sus dólares, pero al salir del aeropuerto se va a encontrar con un tipo de cambio totalmente distinto y mucho más favorable.

Por otro lado, si alguien cena en Buenos Aires y ofrece pagar en dólares, recibirá una tasa de cambio favorable. Sin embargo, una vez que saque un billete de su bolsillo, puede encontrarse en una discusión aparentemente sin sentido con el mesonero sobre la calidad del billete y cómo los bordes ligeramente doblados significan una tasa más baja que la ofrecida inicialmente.

A medida que las criptomonedas entran en su apogeo o en su caída, dependiendo de a quién pregunte, América Latina ofrece el terreno de prueba perfecto para la aplicación práctica de la tecnología. Específicamente, los argentinos y los venezolanos parecen ser el grupo de prueba indicado para el uso de criptomonedas como una alternativa a las monedas nacionales poco confiables.

Tanto Argentina como Venezuela han ofrecido las condiciones ideales para el desarrollo de las comunidades nacionales de Bitcoin, incluidos los dos ingredientes clave: energía subsidiada y monedas nacionales inestables. De hecho Buenos Aires tiene un mayor porcentaje de empresas que aceptan Bitcoin que Nueva York, para finales de este año, Argentina tendrá más de 100 cajeros automáticos de Bitcoin, un número que se espera que aumente a 1,600 para finales de 2019.

Se debe estar abiertos a repensar cómo funciona el mundo para empoderar a las personas a través de la tecnología. El desafío para democratizar las tecnologías es que deben asumir y superar las estructuras de poder existentes. En América Latina, las instituciones a menudo son débiles, lo que es parte de la razón por la cual el Bitcoin podría florecer allí.

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