La inteligencia artificial pronto decidirá hasta lo que comemos

El machine learning está irrumpiendo en la industria alimentaria. Desde la forma en que los agricultores determinan qué semillas plantar, hasta qué topping sirven en una pizzeria, hay una solución impulsada por la inteligencia artificial que está revolucionando qué y cómo comemos. Después de aproximadamente 200,000 años de administrar nuestras propias necesidades nutricionales básicas, finalmente están poniendo a cargo las máquinas.

Recientemente, IBM presentó su “5 en 5” para 2019, cinco innovaciones que la compañía cree que cambiarán nuestras vidas en los próximos cinco años. El tema de este año parece ser “alimentar a la gente”, debido a su gran enfoque en la industria alimentaria:

• La IA en el blockchain podría prevenir el deterioro de los alimentos.
• Modelos agrícolas virtuales podrían democratizar los datos agrícolas.
• El mapeo del microbioma nos salvará de bacterias dañinas
• La visión artificial monitoreará la calidad de los alimentos en el hogar.
• Nuevas técnicas químicas alterarán radicalmente el reciclaje.

Pero quizás la forma más inesperada en que IBM utiliza la IA para cambiar la forma en que comemos es en la industria del sabor. A pesar del hecho de que las máquinas no pueden probar, en realidad son un recurso útil en el desarrollo de sabores. Al igual que los perfumes y colonias, crear un nuevo sabor, o imitar a uno conocido, requiere una cantidad increíble de experimentación.

McCormick, la compañía de especias más grande del mundo, ahora desarrollará nuevos sabores con conocimientos proporcionados por la inteligencia artificial de IBM. Según una publicación de blog de IBM:

“Al utilizar IBM Research AI para la composición de productos, McCormick está iniciando una nueva era de innovación de sabores y está cambiando el curso de la industria. Los desarrolladores de productos de la fuerza laboral global de McCormick podrán explorar territorios de sabores de manera más rápida y eficiente utilizando la IA para aprender y predecir nuevas combinaciones de sabores a partir de cientos de millones de puntos de datos en las áreas de ciencia sensorial, preferencias del consumidor y paletas de sabores.”

La realidad es que hoy en día es que 9 millones de personas mueren de hambre cada año, sin una intervención tecnológica ese número crecerá exponencialmente. Es por eso que pronto todos los aspectos de lo que comemos, desde cómo se ha cultivado hasta su sabor, casi seguramente serán manejados por algoritmos, los robots nos servirán comidas preparadas por máquinas que utilizan recetas creadas por redes neuronales. Pero, lo que es más importante, se desperdiciará menos y se producirá más.

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